Descargar AudioLibro Besos de Fuego de Conde De Tiro

Ficha completa del audiolibro

• Nombre del audiolibro: Besos de Fuego
• Autor del audiolibro: Conde De Tiro
• Fecha de publicación: 30/10/2000
• Editorial: RENACIMIENTO
• Idioma: No Disponible
• Género o Colección: Novela Contemporánea
• ISBN: 9788484720034
• Valoración del audiolibro: 4.51 de un máximo de 5
• Votos: 228
• Autor(a) de la reseña: Josse Ghsiyo
• Valorado con una puntuación de 4.64 de un máximo de 5
• Fecha: 23/8/2018
• Duración: 1 hora con 1 minuto (40 MB)
• Fecha creación del audiolibro: 15/07/2018
• Puedes escuchar el audiolibro en estos formatos: AC3 - FLAC - AIFF - MPEG-4 DST - WMA - MPEG4 - WAV - MP3 (compresión DMG - AZW3 - ZIP - CBZ - RAR)
• Incluye un resumen PDF de 7 páginas
• Duración del resumen (audio): 5 minutos (3.5 MB)
• Servidores habilitados: SeedPeer - Localhostr - MEGA - Dropbox - Torrent - 4Shared - FreakShare
• Encuadernación del libro físico: Tapa Blanda
• Descripción o resumen: Besos De Fuego. TIRO, Conde de.- BESOS DE FUEGO ...Se reía al pensar que el aldeano pudiera haberse enamorado de ella. Se rió los primeros días... Pero ahora, pensando en la dulce quietud de su aposento en sombras, en estas primeras horas de la mañana, le halagaba el pensamiento. Seguramente aquello había de ser un juego, un coqueteo de mujer sabia con el corazón ingenuo de un hombre inculto pero, amiga mía, con aquella patata entre las piernas... Acaso, acaso, una necesidad de su carne, que despertaba al contacto con la Naturaleza. Lo mismo era eso, pero no lo creía en serio: la Naturaleza jamás le dio motivos de estremecimiento, excepción hecha de los bocados sorpresivos de las hormigas león..., y según en qué lugar de su anatomía... "De su carne que sentía vibrar con una fuerza nueva, que era como un incendio -pensó-. Es lo más posible. Sí, va a ser eso." Sintió nuevamente unos pasos que se acercaban a la puerta. Desde la cama gritó: -Entra, Daisy. -Buenos días, Milady. -Felices. ¿Cómo está el tiempo? -Hermosísimo. Ya nos llovió en la madrugada, al ordeñar las vacas. -Abre el balcón -un soberbio olor a marrano copó el aire. Abrió Daisy. La gloria de los primeros rayos de un sol espléndido, envuelto en las dulzuras de la fresca brisa matinal, que traía los aromas campestres, inundó el dormitorio, matizando con el soberbio hedor a que antes nos referimos. -Da gusto, señorita -dijo la aldeana, acercándose a Adèle. Ésta vio su rostro juvenil, rosado, fresco; sus ojos claros, limpios, alegres; sus labios rojos, como dos pétalos de una flor encendida, y, sin quererlo, el pensamiento perverso de morder aquella boca acarició su mente y cosquill