Descripción o resumen: En Carlos y su poemario Disturbio en el fragmento 119 de Heráclito, el lenguaje calca ese otro fantasma que Juan Rulfo quiso llamar Comala pero que Carlos identifica con Orocuina y los ojos de sus antepasados, unos ojos que se han quemado por una luz más intensa que el sol sureño: la palabra, la palabra poética que desnuda la pobreza y sublima el pavor al olvido.