Descripción o resumen: A veces sólo llueve dentro del oído. Como si en su interior de misterio y de olvido se guardaran, para raras ocasiones, meteoros de asombro y mansedumbre. Tal vez sea eso, entonces, lo que ahora mismo ocurre, y me apresuro a respirar, por ver si con alientos exhalados comunico la lluvia a los objetos. Solamente tu voz es más que lluvia, que lluvias al oído. Así que, si enmudeces, puede ser el desierto lo que impere por fuera. Y lo oscuro, por dentro.