Descripción o resumen: El Cardenal Arzobispo Cirilo alameda y Brea, cuya vida se encuadra en los reinados de Fernando VII y de Isabel II, había decidido no dejar ningún testimonio escrito de su vida, a pesar de los requerimientos de su secretario de cámara don Antonio Ruiz y Ruiz, quien consideraba oportuno que dejase despejadas algunas de sus implicaciones personales en la vida política del país. El franciscano, según sus palabras, dejó sus actos al juicio y a la misericordia de Dios. Es sabido que el estudio de un personaje histórico tiene que obedecer a una doble premisa: por un lado, atender a su mundo interior, a su personalidad, su carácter, y a otros rasgos; y por otro al seguimiento de sus pasos en lo que fueron sus circunstancias externas y los hechos que, desde "fuera", pudieron condicionarle y darle un protagonismo. Es conocido, también que existe en los estudios biográficos el peligro de la centralidad, según la expresión de algunos historiadores, es decir, sobrevalorar al biografiado elevandole a una referencia central del tiempo en el que tuvo presencia activa y de los hechos acontecidos. Posiblemente el caso dela vida de fray Cirilo Alameda y Brea en su largo trayecto, desde su toma de hábito al arzobispado de Toledo y cardenalato, sea excepcional para hacer su perfil humano, si bien imperfecto e insuficiente, y para una aproximación objetiva al mundo político y social del período que va de los inicios del siglo XIX a la fecha de su muerte.