Descripción o resumen: Una lucha consigo misma y el despertar de todas las sensaciones hicieron del camino de Martina un sendero de gloria, pero, a la vez, un camino de sombras y tristezas Los colores que no vio le devolvieron la libertad que una persona impedida no tiene; el calor que un corazón solitario necesita y la lucidez que hace que una mente dormida despierte. En aquellos rincones prohibidos de su conciencia, en la que convive lo humano y lo inhumano, comenzaron a convivir nuevas sensaciones que endulzaban su corazón. Quizá, recuperó lo perdido, o quién sabe si encontró la fórmula adecuada para comprender a las personas que la acompañaban de una manera u otra. Las lecciones que la vida le estaba ofreciendo le proporcionaron la sabiduría y la entereza suficientes para entender muchas de las cosas que sucedían a su alrededor y que la persona que renunció a sí misma nunca fue capaz de ver.