Descargar AudioLibro Sin Tiempo que Perder de Miguel Sanchez Ostiz

Ficha completa del audiolibro

• Nombre del audiolibro: Sin Tiempo que Perder
• Autor del audiolibro: Miguel Sanchez Ostiz
• Fecha de publicación: 19/5/2009
• Editorial: ALBERDANIA
• Idioma: Español
• Género o Colección: Novela Contemporánea
• ISBN: 9788498680935
• Valoración del audiolibro: 4.32 de un máximo de 5
• Votos: 97
• Autor(a) de la reseña: Iiuvai Rodríguez Díaz
• Valorado con una puntuación de 4.96 de un máximo de 5
• Fecha: 13/9/2018
• Duración: 4 horas con 16 minutos (168 MB)
• Fecha creación del audiolibro: 18/06/2018
• Puedes escuchar el audiolibro en estos formatos: FLAC - OGG - MP3 - ATRAC - WAV - MPEG4 - WMA - MPEG-4 SLS (compresión ARJ - CBZ - LHA - TAR.GZ - ZIP - RAR - TAR.LZO)
• Incluye un resumen PDF de 40 páginas
• Duración del resumen (audio): 31 minutos (20 MB)
• Servidores habilitados: 4Shared - MEGA - FileServe - Wuala - MegaCloud - Microsoft OneDrive - Mediafire - Uploaded
• Encuadernación del libro físico: Tapa Blanda
• Descripción o resumen: Miguel Sánchez-Ostiz Las mudanzas y los cambios en nuestro paisaje cotidiano son una buena ocasión para reparar en que tal vez no sea más tarde de lo que pensamos, pero sí que en los negocios del vivir no hay tiempo que perder. Con paisaje del alma o sin él, con casa de la vida o sin ella, el camino nos espera, la intensidad del vivir no admite tregua. En estas páginas desfilan/pasan, los días invernales de Bucarest, una ciudad entre oriente y occidente, con nieve en las calles y bandadas de cornejas en el cielo de sus atardeceres; bisericas oscuras, casinos, ruinas, sinagogas y cementerios recónditos. Y tras las calles de Mircea Eliade, Sebastian y Manea, las de Valparaíso, esa ciudad que inventó, dicen, Pablo Neruda; el puerto de los personajes de Salvador Reyes, del cineasta Raúl Ruiz, de Aldo Francia y Joris Ivens, la niebla y el mugido de las sirenas de los buques; y al cabo de sus escaleras interminables las huellas de las botas de Robert Louis Stevenson, en su vitrina del museo de Edimburgo, la ciudad de la que salieron sus ladrones de cadáveres, su doctor Jeckyll y su mister Hyde, y en la que también echó a andar el doctor Watson, tras los pasos de Sherlock Holmes.